A lo largo de mi vida musical, siempre he oído infinitos comentarios en relación al miedo y su desventaja escénica. El miedo es una emoción básica y es innata en el ser humano, por lo tanto, cuando se dice el miedo es “malo”, “no es operativo”, “No nos ayuda”….Es algo que no es real. El miedo es una emoción vital y útil,nos pone en estado de alerta, cataliza nuestras sensaciones y aumenta nuestra conciencia ante cualquier situación relevante. Es un instinto básico que fija nuestra atención en lo que sucede a nuestro alrededor y, bien calibrado nos mantiene en equilibrio y energía psíquicos ante una situación, como por ejemplo, salir a un escenario.

El miedo al igual que otras emociones son respuestas rápidas e instintivas ante una situación. Podríamos decir también que es la interpretación que damos a una situación. Es decir, que si para nosotros subir a un escenario es algo “nefasto y catastrófico” pues entenderemos esta situación como algo “dramático y trágico”, es decir, a través de nuestros pensamientos producimos sensaciones en el cuerpo que nos llevan a estados de malestar y nerviosismo.
No nos damos cuenta que el miedo es un mecanismo biológico de supervivencia, una respuesta ante peligros reales o imaginarios que permite reaccionar ante situaciones adversas. Por tanto, si interpretamos el salir al escenario como algo amenazante, o como algo aversivo somos nosotros mismos los que nos estamos diciendo que esa situación es muy mala y que como tal, debemos huir de ella.
Así que voy a contaros una historia: estaba la Gacela Manolita, (Si como la de la lotería) bebiendo agua en la sabana africana cuando, de repente se da cuenta que hay un leopardo acechante. En su cerebro se produce una “Alarma” y se desencadenan una serie de cambios que su organismo produce en las situaciones de alarma para facilitar las dos respuestas que Manolita tiene ante el peligro: huir o atacar. Para ambas respuestas necesitará mucha energía extra. El sistema nervioso autónomo, que es el que se encarga de acelerar o enlentecer funciones automáticas como respirar, hacer la digestión, etc va a ser el principal responsable de los cambios rápidos e intensos, lo hace a través del sistema nervioso autónomo simpático que
es el que acelera y activa.
También funcionará otro sistema que tarda más en hacer efecto, pero que se mantiene más tiempo, que es el hormonal.
El sistema nervioso autónomo y sistema hormonal en conjunto producen los cambios que darán a Manolita la energía extra para responder a esa situación de alarma huyendo.
Los cambios que se producen son los siguientes:
– La respiración se acelera para tomar más oxígeno, principal combustible del organismo junto a la glucosa.
– La respiración pasa a ser pectoral, con los músculos de la parte del pecho que son más rápidos, a diferencia de la respiración cuando se está relajado, que es abdominal o diafragmática, con los músculos del abdomen o con el diafragma
– El corazón se acelera para llevar más sangre y más rápido a todas partes del cuerpo, ya que la sangre transporta el oxígeno y los alimentos que se necesitan para funcionar.
– La tensión sanguínea aumenta para transportar más rápidamente esos mismos nutrientes y oxígeno.
– Los vasos sanguíneos pequeños que están más en la superficie, se cierran para enviar la sangre a los músculos grandes de piernas y brazos, que son los que se van a usar.
– Los músculos se tensan para comenzar a funcionar en cualquier momento.
– Se produce un sudor frío para refrescar el calor que se producirá mientras se realiza el ejercicio intenso de atacar o huir.
– El cerebro produce unas sustancias llamadas endorfinas que hacen que se noten menos las sensaciones físicas de cansancio y dolor. Esto permite que Manolita no se detenga por estar cansada o herida en medio de su huida o de su ataque.
– Si la digestión apenas ha empezado, se puede eliminar la comida vomitando, si ya está más avanzada, se aumenta la producción de ácidos en el estómago para terminar .Así que con esta percepción de la realidad salimos al escenario y entonces, es cuando se generan toda esta serie de mecanismos que acabo de narrar.
¿Por qué entendemos que salir a un escenario es amenazante entonces?
Porque hemos interpretado esa situación (el salir a escena) como amenazante. Imagínate correr con tu flauta travesera como una gacela por todo el escenario porque te persigue un leopardo.
¿No te parece absurdo?
Así estamos en un escenario, cuando solo pensamos que el público es un leopardo amenazante que nos quiere atacar. Por lo tanto, es nuestra mente la que se lo ha guisado y se lo ha comido. Vamos que ha hecho una interpretación errada de una situación. En conclusión, ha fabulado sobre el hecho en sí de salir al escenario. Y como somos lo que pensamos al salir al escenario nos hemos convertido en la Gacela Manolita y lo único que nos apetecía era salir corriendo.
Cuando esa energía, esa “energía escénica” se canaliza para la acción, en este caso, para la acción de tocar una obra musical, interpretar una obra de Teatro o hablar en público entonces la manera de tocar e interpretar cambia radicalmente desde un punto positivo. Luego entonces, contrario a lo que la mayoría cree, lejos de perder fuerza y capacidad para la acción somos más eficaces y tenemos un montón de energía extra para hacer música.
Así que como diría Jodorowsky ” Tu miedo termina cuando tu mente se da cuenta que es ella la que crea este miedo”
Darwin advirtió que las emociones son adaptativas. Y Susana Bloch, la creadora del “Método Alba Emoting” dijo que en el nivel I de sentir el Miedo, era estar en la Prudencia.El miedo es una emoción vital y útil, tal y como, habéis leído en la historia de Manolita. Sin embargo cuando alcanzamos el Nivel 5 de Miedo, Susana Bloch, diría que, estamos en un estado hipervigilante, en un estado de alerta total.
¿Y qué pasa? Que además nuestro cuerpo solo tiene dos maneras de mostrarlas (vamos que nuestro organismo es bastante limitado) activándose o desactivándose. Es importante darse cuenta que esa activación o aceleración física, es igual en otras emociones y eso nos va a ayudar a darnos cuenta, de que el miedo puede vivirse como desagradable pero, es inofensivo. De hecho, cuando vivimos esa misma aceleración con la alegría lo consideramos agradable. Por su parte, la tristeza produce una ralentización corporal. Y lo mismo sucede con otras emociones. Vamos que nos aceleran y nos ralentizan nuestras emociones.
Cuando se comprende que el Miedo nos ayuda y puede ser operativo y alguien nos ayuda a canalizar nuestro potencial eso se convierte en un “Tesoro Escénico”. Todos tenemos este Grial en lo más profundo de nosotros pero a veces, nuestra propia mente nos pone la zancadilla debido a nuestras programaciones musicales, culturales, sociales, familiares, etc. Hoy en día, hay especialistas que trabajan desde técnicas conductuales para ayudar a mejorar los progresos escénicos. Estas técnicas son fantásticas siempre que se trabajen desde el movimiento emocional y afectivo. No a todas las personas cambiar su pensamiento les ayuda. Necesitamos profundizar en las impresiones grabadas que nos han llevado a tener malestar y sufrimiento cuando tocamos en público. Esto mejora cuando se hace un trabajo directo sobre el Homúnculo cerebral y también en relación a los ciclos ultradianos que todo ser humano tiene. Todo ser humano tiene unos ritmos de autoregulación del cuerpo-mente. Esto significa que tenemos una estructura temporal innata que nos indica cuando tenemos que descansar y seguir estudiando. La ciencia sabe desde hace mucho tiempo que todo organismo nace, vive sus días y muere influenciado por una compleja rama de ritmos entretejidos en el tiempo. Somos creados como criaturas de ritmo que generan un mándala de ritmos entrelazados. Cada día las abejas de un jardín recolectan su néctar, siguiendo ritmos prescritos en sus genes. Desde hace 200 años sabemos que las hojas de las plantas se abren y cierran, elevan y caen en ritmos aproximadamente de 24 horas. Esto sorprendió muchísimo a los investigadores. Los seres humanos tienen también relojes genéticos que son influenciados por los ritmos estacionales de la tierra. Cuando los ritmos biológicos suben y bajan una veces al día, como nuestras pautas de dormir y la vigilia, los científicos los denominan circadianos. Cuando estos ritmos tienen sus ciclos muchas veces a lo largo del día, como ocurre con el hambre, se denominan “Ultradianos”.estos ritmos tiene una influencia tan profunda sobre el rendimiento, el estrés y la curación que una comprensión y trabajo sobre ellos hará que mejoremos nuestro rendimiento tanto en escena como en el estudio diario. Si tenemos en cuenta estos ritmos (ciclo básico de descanso-actividad de 90 a 120 minutos de la mente) podremos desvelar otra manera de comunicación y trabajo del cuerpo-mente-instrumento.
Imagen Ritmos Ultradianos:

Así bien, mi experiencia como Psicóloga musical y Flautista Travesera me ha llevado a tratar de manera específica y distinta a los músicos, flautistas…Que vienen a la consulta para tener mejor bienestar escénico y son muchas las herramientas Psicológicas que aplico que cada uno de los casos. Por ejemplo: Hipnosis Ericksoniana, Técnicas de Coaching , Método Bonny Guided Imagery and Music, PNL, Modelo Psicodramático, Método Alba Emoting, Método Focusing, Mildfulness….Ya que cada persona es única e irrepetible y, por ello, hay es fundamental la adaptación a la técnica que la persona puede necesitar para mejorar su seguridad y reforzar su autoeficacia escénica. Espero que todo esto sea de gran ayuda en vuestra andar escénico.
STELLA CASTRO MIRANDA: FLAUTISTA Y PSICÓLOGA